El día comenzó bastante después que terminó el 20, a las 9.00 de la mañana nos estaba despertando Gabi y su cama, ya que no se que era peor, o escucharla pasear por la casa, sus ruidos al despertar o la cama de mierda nos quedamos.
De igual manera había que moverse y eso hicimos. Los 3 nos fuimos a un parque gigante que la verdad ahora mismo no se el nombre, ya que Tony era el guía de este viaje.
El sitio era espectacular, un parque, junto a sitios súper importantes de Nanjing. La verdad que ahora mismo no se el nombre. El precio de la entrada es de 70Y (7€).Tras 20 minutos caminando Tina se rindió y se fue de compras, que dice que fue para lo que vino. Tony y yo seguimos ya que nos estaba encantando.
Al terminar el paseo, pero no de ver el sitio, ya que era monstruosamente grande, nos fuimos en busca de Tina, que estaba en la calle principal de compras de Nanjing.
Aquí encontramos un centro comercial enormemente grande bajo tierra, sin darte cuenta habían unas escaleras mecánicas y al bajar te encontrabas con otro mundo. Las mujeres podrían pasarse un día entero ahí debajo sin problema. Podría haber sin exagerar 300 tiendas de 9m2.
Comimos y ya sin fuerzas esperamos que llegase la hora de salir en el tren para Shanghai. Una pena, porque Nanjing parece una gran ciudad y por culpa de los pasaportes no la pudimos disfrutar como se merecía.
Yo mientras esperábamos me dí algunos paseos buscando una cabina y algún encargo que tengo, pero la verdad que ni uno ni otro. En este rato aprovechamos para enseñarle a Tina alguna otra palabra y frase en español y grabar un nuevo grito sordo.
A las 23.00 de la noche llegamos a Shanghai...y por fin internet!! Que estaba loco por contarte todo a Ruth.
Mañana gran día! Llega Hugo...
De igual manera había que moverse y eso hicimos. Los 3 nos fuimos a un parque gigante que la verdad ahora mismo no se el nombre, ya que Tony era el guía de este viaje.
El sitio era espectacular, un parque, junto a sitios súper importantes de Nanjing. La verdad que ahora mismo no se el nombre. El precio de la entrada es de 70Y (7€).Tras 20 minutos caminando Tina se rindió y se fue de compras, que dice que fue para lo que vino. Tony y yo seguimos ya que nos estaba encantando.
Al terminar el paseo, pero no de ver el sitio, ya que era monstruosamente grande, nos fuimos en busca de Tina, que estaba en la calle principal de compras de Nanjing.
Aquí encontramos un centro comercial enormemente grande bajo tierra, sin darte cuenta habían unas escaleras mecánicas y al bajar te encontrabas con otro mundo. Las mujeres podrían pasarse un día entero ahí debajo sin problema. Podría haber sin exagerar 300 tiendas de 9m2.
Comimos y ya sin fuerzas esperamos que llegase la hora de salir en el tren para Shanghai. Una pena, porque Nanjing parece una gran ciudad y por culpa de los pasaportes no la pudimos disfrutar como se merecía.
Yo mientras esperábamos me dí algunos paseos buscando una cabina y algún encargo que tengo, pero la verdad que ni uno ni otro. En este rato aprovechamos para enseñarle a Tina alguna otra palabra y frase en español y grabar un nuevo grito sordo.
A las 23.00 de la noche llegamos a Shanghai...y por fin internet!! Que estaba loco por contarte todo a Ruth.
Mañana gran día! Llega Hugo...
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