30 septiembre 2014

Ultima noche en Totoco Farm

Llevamos en este momento 1 semana de voluntarios en Totoco Eco Farm y nos ha pasado de todo. Realmente por lo vivido es una experiencia de las que valen la pena.

Totoco Eco Farm está situada en la isla de Ometepe en Nicaragua. En la isla del Volcán Maderas. Es una granja ecológica, todo lo que se planta o se cría aquí es de forma natural, sin químicos, sin piensos para animales, sin abonos artificiales, autosostenible 100%. Es una de esas experiencias que durante el tiempo que pasas hay momentos complicados pero siempre por agentes externos como pueden ser los insectos que están en la zona.

Debemos tener en cuenta que Totoco está en medio de la selva, a los pies del Volcán Maderas, junto a un lago, y rodeados de diferentes tipos de abono. Pero vayamos por partes...

El dormitorio es abierto, sin paredes, literas y mosquiteras, sin suelo, pisamos en tierra y si, estamos abiertos a los bichos en medio de la selva. Igualmente, esta sensación es única. El baño es una letrina que utilizamos de abono para así tener mejor calidad de tierra. Cabe destacar la ducha, de agua directamente caída del volcán, fresca, una ducha abierta a la selva...pero es sencillamente espectacular la sensación. Creo que todos aquí pensamos lo mismo. De resto uno se va adaptando al ritmo y características especiales de vivir así, mochila en alto para no tener problemas con los escorpiones o tarántulas de la zona y bien protegido de los mosquitos siempre, porque no dejan a uno respirar.

La comida, vegetariana sin excepción. Tuvimos la mala suerte de estar en una semana de escasa comida porque justo antes de llegar no hubo reparto de comida y nos vimos algo justos. Aún así nos las arreglamos y comimos realmente bien. Sólo hubo un día de comer papas y cebolla (chungo). La preparación era lenta pero cuando vives sin prisas o reloj, se agradece muchísimo, es otra forma de ver la vida, de disfrutarla, el tiempo pasa y lo sabes por el estómago y el sol. Ellos mandan aquí. Una semana sin capricho de ningún tipo, lo realmente necesario. Conoces plantas infinitas, formas de cultivar con sistemas autosostenibles y económicos.

En lo referente a comer creo que Iván y yo tuvimos la mala suerte, o suerte, no lo se todavía de estar presentes en la matanza de un cerdo que tenían en la granja. Este pesaba cerca de 160kg. Ese día nos tocaba el turno de mañana donde teníamos que alimentar a los animales, regado de semillas, etc. Nos pidieron ayuda. Aún tengo el sonido del golpe que le dieron al cerdo en la cabeza grabado en la cabeza. Golpe atizado con la trasera del hacha. El animal lo aguantó y comenzó a gritar como loco, haciendonos parte de su descanso con un corte en la garganta que por fin acabó con su sufrimiento. Momento muy gratuito y desagradable.

El principal sistema de cultivo en el que ahora mismo estaban centrados era el aguaponing, donde gracias a un pequeño pozo de agua, peces y el vacío generado por burbujas de aire hace que todo funcione. Visto así uno no se lo explica pero sinceramente funciona. Uno de los días tuve que entrar en una piscina con una ranera (serpiente) para arreglar este sistema. Una de las mil cosas que nos tocó hacer.

The hole. Así fue como llamamos al baño, complicado de afrontar el primer día. Cuando lo ví sinceramente no supe como tomármelo. Después no te queda otra, a oscuras, bajo la lluvia, olores y esa extraña postura. Otra opción no te queda.

El trabajo principal que desempeñábamos era de cuidado de la huerta, semillas, alimentar a los animales, cuidarlos, recoger frutos de la tierra y diferentes obras o tareas para mejorar las instalaciones. Tuvimos que poner tierra en cocina y dormitorios, arreglar aguaponing, zona de nuevo plantado de plantas y árboles. Además del caso de Fiore que tuvo la oportunidad de ir al laboratorio de la Fundación que forma parte de la familia Totoco.

Me gustaría un apartado para las personas que allí conocímos:

Las tres Marías eran Elynn, Paula y Teresa, cuando llegaron no eran amigas, llegaron por separado y ahora eran inseparables. Jovenes con ganas de conocer, de vivir y ver la vida, no que se las cuenten. Eran una piña. Llevaban 3 semana juntas y parecian amigas de siempre.

El coordinador era Denis, un chico italiano con mucha personalidad, muy simpatico, de gran caracter. Muy carismático. Un tío cojonudo con el que tuvimos como dijo el "muy buena honda". Hablaba muy bien español, un italiano españolizado con el continuo uso de palabrotas como "mierda", "cagada", "esto es una cagada", "no me toques los huevos" y así mil más. Como dije tuvimos muy buen feeling con el, y creo que es algo que podría durar mucho tiempo. A ver si se pasa por Gran Canaria. Tío tranquilo, que no se complica y que hace tu estancia en Totoco 100% válida.

Con este relato termina otro día en Totoco, mañana a las 7am en planta que hay que trabajar. La experiencia llega a su final pero su recuerdo dudará siempre. Gracias Denis, gracias Totoco.




No hay comentarios: