Al amanecer ya tocaba partir rumbo Xian. Dejábamos a nuestra espalda La Gran Muralla y nos dirigíamos rumbo a los Guerreros de Terracota.
Salimos a las 10 de la mañana con dirección la estación de tren. El trayecto era de aproximadamente 8 horas, la media de los trenes que habíamos cogida hasta ahora...pero claro! aquí nos llevamos una muy amarga sorpresa. Fuimos a comprar el billete de tren Xian - Shanghai y no habían plazas para el tren "rápido" de 16 horas, con lo que tuvimos que coger el tren de 22 horas. Fue un golpe moral terrible!
Cuando llegamos a Xian nos encontramos como siempre, saliendo de una estación de tren, rodeados de chinos que intentan hacer el agosto llevando a turistas a sus hoteles y sin saber bien donde estábamos. Muchas veces, es hasta recomendable coger a estos chicos, porque en nuestro caso cogimos un taxi de uno que no sabía a donde iba, se perdió y nos dejó por ahí, más perdidos que al principio...
Finalmente, llamamos al hostal y estos nos vinieron a buscar...en coche? no! un chico que vino corriendo nos vino a recoger...de gran ayuda.
El hostal se encontraba en una calle muy curiosa, repleta de pequeños puestos de comida típica china. No tuvimos oportunidad de comerla, pero tenía muy buena pinta.
El hostal estaba realmente bien, muy recomendable, pero ahora, tras tanto tiempo no recuerdo bien su nombre, lo siento!
Este día fue algo más tranquilito, paseando por Xian, que tampoco es una ciudad muy bonita y pasando por los templos de la zona, del tambor y la campana.
El día no dió para mucho más...
Salimos a las 10 de la mañana con dirección la estación de tren. El trayecto era de aproximadamente 8 horas, la media de los trenes que habíamos cogida hasta ahora...pero claro! aquí nos llevamos una muy amarga sorpresa. Fuimos a comprar el billete de tren Xian - Shanghai y no habían plazas para el tren "rápido" de 16 horas, con lo que tuvimos que coger el tren de 22 horas. Fue un golpe moral terrible!
Cuando llegamos a Xian nos encontramos como siempre, saliendo de una estación de tren, rodeados de chinos que intentan hacer el agosto llevando a turistas a sus hoteles y sin saber bien donde estábamos. Muchas veces, es hasta recomendable coger a estos chicos, porque en nuestro caso cogimos un taxi de uno que no sabía a donde iba, se perdió y nos dejó por ahí, más perdidos que al principio...
Finalmente, llamamos al hostal y estos nos vinieron a buscar...en coche? no! un chico que vino corriendo nos vino a recoger...de gran ayuda.
El hostal se encontraba en una calle muy curiosa, repleta de pequeños puestos de comida típica china. No tuvimos oportunidad de comerla, pero tenía muy buena pinta.
El hostal estaba realmente bien, muy recomendable, pero ahora, tras tanto tiempo no recuerdo bien su nombre, lo siento!
Este día fue algo más tranquilito, paseando por Xian, que tampoco es una ciudad muy bonita y pasando por los templos de la zona, del tambor y la campana.
El día no dió para mucho más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario