Arrancamos y buscamos un transporte para recorrernos la zona. Nos llevaron a algunos lugares que eran imposible de ver con este tiempo.
Por la tarde noche estuvimos paseando por el pueblo viendo los puestos, y zonas menos turísticas.
Acabamos cenando un vino y queso son Cris, el colombiano que conocimos en Dalí, que nos lo encontramos nuevamente en Shangrila. Ibamos de pueblo en pueblo con un día de diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario