Chiloé

Chiloé es uno de esos lugares...esos que no sabes como describir.

Llegamos a Chiloé desde Puerto Montt, en un barco sin coste. Sólo cobran a autos, los peatones entendemos que no ofrecen mayor resistencia al buque y no debn porque pagar.

Ese día llovía e íbamos rumbo a Castro, una de sus pueblos más importantes. Mucho haciendo dedo sin recompensa hasta que aparecieron 3 salvadores en furgoneta. Teníamos una para cada uno.

En Chiloé lo más atractivo es Castro, Achao y Cucao, en el otro lado de la isla. Es una isla para estar 3 o 4 días y recorrerla tranquilamente, sus millones de islas y puntos tranquilos y mágicos. Castro es la capital, pequeña pero se observa mas ajetreo del normal en la isla. Aquí hay campings d todo tipo. El nuestro era el jardín de una casa, donde había como 10 carpas bien apretadas. Las duchas, cocina y zona de reposo estaban dentro de la casa. Aquí pagamos 1500$ por persona.

Achao estaba en otra isla, donde ibas igualmente gratis en ferry. Aquí tuvimos que ir  con 2 coches diferentes para llegar a la zona principal, muy linda! Como isla es más bonita que la principal. Mas verde y pura.

Cucao es alucinante, una playa enorme sin sentido en el otro lado de la isla. Llegas igual haciendo dedo bastante fácil. Aquí además apareció el Curanto, plato tipico de la isla que pudimos disfrutar en un restaurante que eataba de camino de la playa. El Curanto se prepara bajo tierra, y tiene carne, marisco, papas, verduras y más cosas al gusto. Es muy rico, ya que se hace con el calor de unas piedras que se calientan previamente, se meten bajo tierra y encima unas hojas para cubrir la comida y esta se prepare lentamente.

Playa alucinante! Estomago contento, pensamientos alineados y rumbo al sur...nos tocaba ya entrar en la carretera austral chilena!!