A las 11 en planta para salir para la isla Lamma, que está junto a Hong Kong.
Esta es una isla virgen, con poca población, donde los vehículos a motor están prohibidos y donde la vida parece muy tranquila. Desde hoy está dentro de las opciones de donde viviré cuando me gane el Euromillón y quiera escapar de la monotonía de mi mansión.
Cogimos un ferry rumbo a la isla, donde teníamos planeado hacer una caminada de 2 horas para terminar en el otro lado de la isla y pegarnos una mariscada. Pintaba de lujo, pero fue todavía mejor.
Estuvimos paseando por la avenida de la isla, observando la tranquilidad y pasividad de los nativos. De repente, y sin darnos cuenta nos encontramos con una playa de arena blanca, se abren las nubes y sale el sol, todo junto, y claro...nos dijimos “habrá que comprarse un bañador no?” y así fue...
Que tal nos quedan? ;)
Tras el baño y un pequeño descanso nos cambiamos y seguimos la caminata...fue bastante tranquila, aunque como ven nosotros fuimos bastante preparados con nuestros palos de caminantes.
La isla es una maravilla, a mi me chifló!
Finalmente llegamos a una avenida donde podías ver el marisco vivo esperando que tu te lo comas. Grande! Y como verán hasta elegimos la langosta. Una gran comida, mejor compañía y unas vistas irrepetibles.
Volvimos a casa, ducha y nos fuimos para el Soho, zona de bares y restaurantes que está en Hong Kong Island. Esta zona está en la parte de Hong Kong que empieza a subir en las montañas, con lo que se hace duro subir (comentario de gandul pero cierto).
Estuvimos en par de locales, Barco, Gecko y para terminar viendo el partido del Madrid el Stormies. La marcha en Hong Kong da la impresión de ser temprana, porque a las 3 de la mañana no había más que gente muy borracha por la calle y gente pidiendo socorro.
Esta es una isla virgen, con poca población, donde los vehículos a motor están prohibidos y donde la vida parece muy tranquila. Desde hoy está dentro de las opciones de donde viviré cuando me gane el Euromillón y quiera escapar de la monotonía de mi mansión.
Cogimos un ferry rumbo a la isla, donde teníamos planeado hacer una caminada de 2 horas para terminar en el otro lado de la isla y pegarnos una mariscada. Pintaba de lujo, pero fue todavía mejor.
Estuvimos paseando por la avenida de la isla, observando la tranquilidad y pasividad de los nativos. De repente, y sin darnos cuenta nos encontramos con una playa de arena blanca, se abren las nubes y sale el sol, todo junto, y claro...nos dijimos “habrá que comprarse un bañador no?” y así fue...
Que tal nos quedan? ;)
Tras el baño y un pequeño descanso nos cambiamos y seguimos la caminata...fue bastante tranquila, aunque como ven nosotros fuimos bastante preparados con nuestros palos de caminantes.
La isla es una maravilla, a mi me chifló!
Finalmente llegamos a una avenida donde podías ver el marisco vivo esperando que tu te lo comas. Grande! Y como verán hasta elegimos la langosta. Una gran comida, mejor compañía y unas vistas irrepetibles.
Volvimos a casa, ducha y nos fuimos para el Soho, zona de bares y restaurantes que está en Hong Kong Island. Esta zona está en la parte de Hong Kong que empieza a subir en las montañas, con lo que se hace duro subir (comentario de gandul pero cierto).
Estuvimos en par de locales, Barco, Gecko y para terminar viendo el partido del Madrid el Stormies. La marcha en Hong Kong da la impresión de ser temprana, porque a las 3 de la mañana no había más que gente muy borracha por la calle y gente pidiendo socorro.
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